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Alexis Ponce
Cada año, el rotavirus causa casi medio millón de muertes en niños menores de 5 años en todo el planeta. La deshidratación es la complicación más común y si no es atendida oportuna y correctamente, puede ser mortal. Además, el hecho de saber que el hijo tiene rotavirus puede afectar la estabilidad familiar.
Los síntomas pueden tener un inicio súbito y se vinculan con pérdida de apetito, náusea o vómito. La diarrea y el vómito pueden ser notablemente abundantes y frecuentes. El niño con rotavirus puede también presentar fiebre, estar decaído y visiblemente se le ve afectado.
La deshidratación -pérdida severa de agua y sales y minerales esenciales- es la complicación más seria de la gastroenteritis por rotavirus. En los niños la deshidratación puede requerir hospitalización y la administración de líquidos por vía intravenosa. En casos extremos, la deshidratación puede ser mortal.
La deshidratación, el vómito intenso y la diarrea pueden conducir a una baja importante de la presión arterial (hipotensión). Además, el vómito y la diarrea excesivos pueden causar pérdida de potasio (hipopotasemia), de sodio (hiponatremia). Estos desequilibrios son potencialmente graves. Un niño que no recibe a tiempo una terapia de rehidratación oral o, en los casos más graves, intravenosa, así como atención hospitalaria, puede perder la vida.
Es importante saber que si no es manejado inmediata y apropiadamente, la infección por rotavirus puede conducir a consecuencias tan serias como daño renal, colapso circulatorio e, incluso, la muerte. El riesgo de complicaciones graves por la infección de rotavirus es más alto en lactantes.
Se estima que, en todo el mundo, casi todos los niños tendrán un episodio de gastroenteritis por rotavirus, 1 de cada 5 consultará al médico, 1 de cada 65 será hospitalizado y 1 de cada 293 morirá.
Por otra parte, de acuerdo a un pequeño estudio realizado por investigadores de Merck & Co., Inc. y la Duke University de los Estados Unidos, que consistió en entrevistas a padres de niños con diagnóstico confirmado de rotavirus (n=16), se encontró que los padres coincidían en señalar que en el entorno familiar el rotavirus causa miedo, estrés, ansiedad y trastorna el ambiente normal en el hogar. Los niños de ese estudio eran de dos meses a tres años de edad.
Los síntomas pueden tener un inicio súbito y se vinculan con pérdida de apetito, náusea o vómito. La diarrea y el vómito pueden ser notablemente abundantes y frecuentes. El niño con rotavirus puede también presentar fiebre, estar decaído y visiblemente se le ve afectado.
La deshidratación -pérdida severa de agua y sales y minerales esenciales- es la complicación más seria de la gastroenteritis por rotavirus. En los niños la deshidratación puede requerir hospitalización y la administración de líquidos por vía intravenosa. En casos extremos, la deshidratación puede ser mortal.
La deshidratación, el vómito intenso y la diarrea pueden conducir a una baja importante de la presión arterial (hipotensión). Además, el vómito y la diarrea excesivos pueden causar pérdida de potasio (hipopotasemia), de sodio (hiponatremia). Estos desequilibrios son potencialmente graves. Un niño que no recibe a tiempo una terapia de rehidratación oral o, en los casos más graves, intravenosa, así como atención hospitalaria, puede perder la vida.
Es importante saber que si no es manejado inmediata y apropiadamente, la infección por rotavirus puede conducir a consecuencias tan serias como daño renal, colapso circulatorio e, incluso, la muerte. El riesgo de complicaciones graves por la infección de rotavirus es más alto en lactantes.
Se estima que, en todo el mundo, casi todos los niños tendrán un episodio de gastroenteritis por rotavirus, 1 de cada 5 consultará al médico, 1 de cada 65 será hospitalizado y 1 de cada 293 morirá.
Por otra parte, de acuerdo a un pequeño estudio realizado por investigadores de Merck & Co., Inc. y la Duke University de los Estados Unidos, que consistió en entrevistas a padres de niños con diagnóstico confirmado de rotavirus (n=16), se encontró que los padres coincidían en señalar que en el entorno familiar el rotavirus causa miedo, estrés, ansiedad y trastorna el ambiente normal en el hogar. Los niños de ese estudio eran de dos meses a tres años de edad.
Los padres revelaron que les alarmaba la severidad de la diarrea y la fuerza del vómito; algunos padres, cuyos hijos necesitaron a la postre rehidratación intravenosa, señalaron que la rehidratación oral era “muy difícil”.
Nueva vacuna
La forma más efectiva de prevenir la infección por rotavirus es por medio de la vacunación.
Merck Sharp & Dohme desarrolló contra la infección por rotavirus una nueva vacuna pentavalente oral que contiene cinco serotipos humano-bovinos: G1, G2, G3, G4 y P1 que fueron los responsables de más del 88% de todos los casos de diarrea por rotavirus en todo el mundo entre 1973 y 2003.
Para evaluar la seguridad y eficacia de la vacuna, Merck Sharp & Dohme realizó el estudio de Eficacia y Seguridad de Rotavirus (REST, por su nombre en inglés, Rotavirus Efficacy and Safety Trial). El estudio constituye uno de los estudios clínicos de vacunas más grandes de la historia: incluyó a más de 70,000 niños de 11 países del mundo.
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