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LA MAYORÍA DE LOS ENTREVISTADOS DESCONOCE QUE LA DIABETES ES UNA DE LAS ENFERMEDADES CON MAYOR MORTALIDAD




Victor Hugo Juarez
guatemalanoticias@gmail.com


  • La mayoría de los encuestados no ubica a la diabetes entre las enfermedades con mayor incidencia de mortalidad en América Latina. Sin embargo, se estima que por año el total de muertes relacionadas con las complicaciones de la diabetes sería de 300.000 en Latinoamérica y el Caribe.

  • La diabetes se caracteriza por la incapacidad del páncreas para producir suficiente insulina y regular la liberación de glucosa por parte del hígado, o por la incapacidad del organismo para utilizar con eficacia la insulina disponible para bajar los niveles de glucosa en sangre. Esto contribuye al daño de diferentes sistemas del cuerpo.

  • El 64% de las personas con diabetes supo definir correctamente la enfermedad, pero un 23% la vinculó erróneamente con el consumo excesivo de alcohol y dulces.

  • La enfermedad cardiovascular, la ceguera, la insuficiencia renal, la amputación y la muerte son las complicaciones más temidas por las personas con diabetes.

Una encuesta realizada en países de América Latina evaluó el conocimiento sobre diabetes, tratamientos disponibles, sus complicaciones y el impacto en la vida cotidiana. La encuesta, auspiciada por el laboratorio Merck Sharp & Dohme, consistió en 1,800 entrevistas cara a cara realizadas en centros comerciales de los siguientes países: México, Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela, Costa Rica y Brasil. En cada país se entrevistaron a 100 personas con diabetes y a 100 personas sin la enfermedad, mayores de 18 años.

La gran mayoría de las personas con diabetes encuestadas (83%) sabía que

padecía la enfermedad desde hacía -por lo menos- un año.

Los datos obtenidos revelaron que, en general, no se considera a la diabetes como una de las enfermedades de mayor mortalidad en América Latina. El 76% de las personas con diabetes encuestadas nombró al cáncer como una de las dos enfermedades de mayor mortalidad en la región, mientras que el 51% mencionó a la enfermedad cardiovascular. El 39%, en tanto, ubicó al VIH / SIDA entre las dos enfermedades de mayor mortalidad. Sólo el 30% de las personas con diabetes entrevistadas manifestó que la diabetes figuraba entre las dos enfermedades con mayor mortalidad.

Ante la misma pregunta, las personas sin diabetes ubicaron a la diabetes en cuarto lugar: en primer lugar mencionaron al cáncer (73%), luego al VIH / SIDA (56%) y en tercer lugar a la enfermedad cardiovascular (37%). Sólo un 23% mencionó a la diabetes entre las dos enfermedades con mayor mortalidad de su país.

Sin embargo, la diabetes es uno de los principales problemas de salud en América Latina y el Caribe, donde se estima que 19 millones de personas padecen esta enfermedad. Según las proyecciones, si no se introducen nuevas terapias y/o acciones preventivas, este número podría elevarse a 40 millones en 2025.

Se estima que el número total de muertes anuales relacionadas con las complicaciones de la diabetes en América Latina y el Caribe asciende a aproximadamente 300,000.

La diabetes mellitus es una condición crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina ni regula la liberación de glucosa por parte del hígado, o cuando el cuerpo no puede utilizar eficazmente la insulina producida. Esto causa hiperglucemia (exceso de glucosa en sangre), lo que podría dañar seriamente muchos de los sistemas del cuerpo, en especial los vasos sanguíneos y los nervios.

En muchos países, las complicaciones asociadas a la diabetes se han convertido en una de las principales causas de muerte, principalmente por el mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. En el 2000, 3,2 millones de personas murieron en el mundo como consecuencia de las complicaciones asociadas con la diabetes.

En las personas con diabetes tipo 1 las células del páncreas dejan de producir insulina.

En la diabetes tipo 2, la forma más frecuente de diabetes, el cuerpo no produce la insulina suficiente o las células no la reconocen.

Se estima que la diabetes tipo 2 reduciría la expectativa de vida - en promedio- 10 años. Actualmente, las muertes prematuras por las complicaciones de la diabetes son más comunes en los países en desarrollo.

Al momento del diagnóstico, el 50% de los pacientes ya sufre alguna complicación diabética debida al daño del tejido. La prognosis es pobre y a pesar de las medicaciones para manejar la enfermedad, muchos pacientes tienen dificultades para controlar sus niveles de glucosa en sangre, causando una progresión mayor de la enfermedad.

Según los resultados de la encuesta, la mayoría de las personas con diabetes encuestadas (64%) supo definir correctamente la enfermedad, vinculándola con la incapacidad del páncreas para producir suficiente insulina o con la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina. Sin embargo, un 23% relaciona directamente la enfermedad con el consumo excesivo de alcohol y dulces. En el caso de de las personas sin diabetes, el desconocimiento es aún mayor: sólo el 39% pudo definir correctamente la enfermedad, mientras que el 42% la asoció con el consumo excesivo de alcohol y dulces.

Sorprendentemente, el 41% de los pacientes con diabetes no sabe que la forma más común de desarrollar la diabetes tipo 2 es tener una predisposición genética a la enfermedad en asociación con otros factores, incluyendo el estilo de vida (por ejemplo, el sobrepeso). Entre las personas sin diabetes, el porcentaje de desconocimiento asciende al 57%. El 19%, por ejemplo, cree que el origen de la enfermedad reside en la ingesta excesiva de dulces.

Aunque la diabetes tipo 2, que representa alrededor del 90% de los casos mundiales, tiene una base fuertemente genética, presenta también otros factores de riesgo como inactividad, dieta pobre, sobrepeso, edad, hipertensión, niveles anormales de colesterol, intolerancia a la glucosa, diabetes gestacional y herencia étnica.

Temor a las complicaciones

Al tener que mencionar las complicaciones principales de la diabetes, la mayoría de los encuestados sin diabetes (61%) señaló los problemas cardiovasculares -accidente cerebrovascular (ACV), infarto o ceguera. El 46% vinculó la enfermedad con la sed y el hambre en exceso junto con la urinación frecuente. Un porcentaje similar (40%) nombró la depresión y la obesidad. Pocos mencionaron la disfunción eréctil (11%) y muchos menos recordaron las amputaciones (0,4%).

Sin embargo, esta última consecuencia de la diabetes es la más temida (65%) entre los que no sufren la enfermedad. Le siguen la ceguera o los problemas graves de visión (55%), la muerte (43%) y las inyecciones de insulina diarias (40%).

A la hora de mencionar las complicaciones principales, las personas con diabetes encuestadas mencionaron principalmente el pie diabético (99%), las amputaciones (98%) y la ceguera (98%). La amputación de las extremidades (96%) y la muerte (95%) aparecen entre los principales temores de las personas con diabetes. Le siguen las complicaciones cardiovasculares (91%), la ceguera (85%) y la obesidad (84%).

Según la encuesta, las complicaciones en general son el principal temor de las personas con diabetes (94%). En segundo lugar aparece el temor a no lograr el control adecuado del nivel de glucosa en sangre (90%). No obstante, la mayoría de los encuestados (44%) afirmó que sólo chequeaba sus niveles de glucosa en sangre una vez al mes.

El control de la diabetes

La terapia de la diabetes no sólo consiste en la disminución de los niveles elevados de glucosa en sangre, sino también en la reducción general de los factores de riesgo de las complicaciones diabéticas. Esto incluye el control regular de la presión arterial y los lípidos en sangre. Un correcto control de la glucosa en sangre y de la presión sanguínea provoca grandes reducciones en el desarrollo de complicaciones. El riesgo de enfermedad ocular puede reducirse, por ejemplo, en un 76%.

Según los datos obtenidos, las complicaciones más comunes que estaban sufriendo los encuestados con diabetes eran problemas en la visión (54%) e imposibilidad de comer dulces (54%). Le seguían los problemas sexuales (27%), de sobrepeso (26%) y cardiovasculares (22%). Un 4% tuvo que enfrentar la amputación de una extremidad.

Impacto en la calidad de vida

La encuesta también se enfocó en el impacto de la enfermedad sobre la vida cotidiana del paciente y su entorno. Según el estudio, el cuidado de la dieta (91%) y las complicaciones asociadas a la diabetes (88%) son las mayores preocupaciones del paciente, junto con los cambios irreversibles en el estilo de vida (74%).

Pero la enfermedad también impacta en las familias de los enfermos con diabetes. Los pacientes encuestados también mencionaron la incidencia de la preocupación de familiares y amigos por su salud (86%) y por las complicaciones asociadas (86%).

Cómo reducir el riesgo

La dieta y la actividad física pueden reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Pero cuando estos cambios en el estilo de vida no son suficientes, podrían ser necesarios los agentes farmacológicos. El principal objetivo del tratamiento con medicamentos es regular los niveles de glucosa e insulina.

La gran mayoría de los encuestados (88% de las personas con diabetes y 80% de las personas sin diabetes) coincidió en que la mejor forma de tratar la diabetes es mediante la dieta, el ejercicio y la toma de medicación.

El 77% de las personas con diabetes sabe que el tratamiento farmacológico para la diabetes tipo 2 debe sostenerse crónicamente durante toda la vida. Pero un 17% cree erróneamente que el tratamiento farmacológico debe abandonarse al alcanzar los niveles de glucosa adecuados. Entre las personas sin diabetes, el 29% no tiene conocimiento de los regimenes apropiados de tratamiento.

Las personas con diabetes tipo 1 necesitan administración diaria de insulina mediante una inyección. Por su naturaleza progresiva, la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 necesita drogas múltiples a largo plazo para lograr el control de la glucemia y para manejar la comorbilidad.

Lo nuevo: los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4

Los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4) son una nueva clase de medicamentos orales con un novedoso mecanismo de acción para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Estos agentes potencian un proceso natural del organismo, el sistema de las incretinas, lo que contribuye a disminuir la glucosa cuando está elevada. Estos fármacos ofrecen una reducción significativa de los niveles elevados de glucosa en sangre con un mejor perfil de tolerabilidad que muchos de los actuales tratamientos disponibles para la diabetes.

Desarrollado por Merck Sharp & Dohme, sitagliptina es uno de los primeros exponentes de esta nueva clase de medicamentos orales llamada inhibidores de la dipeptidil peptidasa (DPP-4). Ya fue aprobado en los Estados Unidos, El Caribe, Puerto Rico, México, Perú y Brasil, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y se espera, para los demás países, su pronta aprobación y disponibilidad.

En Guatemala (Honduras) Sitagliptina se comercializa bajo el nombre de JANAVIA




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