GUATEMALA SALUDABLE

La mejor y mas saludable opción

Costo de la diabetes ascendería a $4 mil millones en América Central




Amenaza mayor, pero prevenible y controlable

Se estima que más de un millón de personas la sufre en la región

Victor Hugo Juarez

Guatemala Saludable

guatemalanoticias@gmail.com

La diabetes está calificada como una amenaza mayor para la salud pública mundial, de la cual América Central no escapa, y cuyo costo en términos de impacto económico ascendería a unos $ 4.000 millones, según estimados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Las autoridades de salud consideran la diabetes una condición común que puede amenazar la vida pero que con prevención y cuidados adecuados puede ser controlada para ofrecer una vida saludable y plena.

En medicina, el término diabetes incluye dos situaciones patológicas diferentes, la diabetes mellitus y la diabetes insípida. Dichos trastornos no poseen relación patológica alguna, pues sus causas y procesos morbosos son distintos, pero comparten ciertas manifestaciones clínicas (la excreción copiosa de orina,poliuria y la intensa sed, por ejemplo) que causan su idéntico nombre. Generalmente, se usa «diabetes» para referirse a la diabetes mellitus, que es un trastorno mucho más frecuente y conocido que la diabetes insípida.

Aunque en América Central no existen estudios de prevalencia de la diabetes (por lo cual sus cifras reales son desconocidas), un taller de vigilancia y control de la enfermedad, efectuado en la región por el Programa de Enfermedades No Transmisibles de la OPS estimó un total de 1,214,368 personas afectadas por la diabetes en la América Central.

De este total, el mayor número se encuentra en Guatemala, con 368,700 personas, y el menor número en Belice, con 21,768. Los demás países se distribuyen en:

El Salvador con 219,400 personas

Honduras con 193,000

Costa Rica con 154,900

Nicaragua con 136,100

Panamá con 120,500

Un ejercicio de estimación de costos efectuado por la OPS encontró que el costo de la diabetes ascendería a unos $4 mil millones, tomando en cuenta el impacto que tiene en cuanto a invalidez ($3 mil millones), medicamentos ($500 millones), tratamiento de complicaciones ($181 millones), mortalidad ($135 millones), consultas ($63 millones) y hospitalización ($51 millones).

Las organizaciones locales que trabajan con los diabéticos también tienen sus cifras al respecto.

En Guatemala, por ejemplo, el Patronato de Pacientes Diabéticos indicó una prevalencia de la diabetes en su país de 8,4% (entre 118 y 120 mil personas), y los datos estadísticos en poder de las autoridades indican que de ese total un 56 % corresponde a hombres y 39% a mujeres, es decir que el mal afecta a tres de cada cinco varones y dos de cada cinco mujeres guatemaltecos.

Las autoridades de salud guatemaltecas desarrollan actividades especiales alrededor de la diabetes desde el mes de setiembre, incluyendo premiación de investigaciones hechas por especialistas, para culminar con actividades referentes al Día Mundial de la Diabetes, en noviembre.

La Asociación Salvadoreña de Diabéticos (ASADI) atiende en ese país a 3,500 personas por ese mal, y durante el mes de noviembre promueve la realización de ferias de salud gratuitas en lugares públicos, y una caminata anual para que la población tome conciencia sobre la diabetes.

Del total de personas atendidas por la ASADI, un 67% (2.362) son mujeres adultas, y un 29% (1.013) son hombres; la población infantil atendida corresponde a un 3,5% aproximadamente. Funcionarios de la Asociación indicaron, sin embargo, que el grupo reporta un crecimiento mensual de unas 22 personas nuevas atendidas.

En Honduras funciona la Clínica del Diabético, fundada hace ya diez años y cuya sede es el Hospital San Felipe, en Tegucigalpa.

La Clínica atiende un promedio de 3,500 pacientes, de los cuales un 60% (unos 2.117) son mujeres, y el restante 40% corresponde a hombres. Ambos grupos están conformados por personas mayores de 40 años.

De una población que ronda los cinco millones de personas, unos 130 mil padecen diabetes en Nicaragua, en alguna de sus dos manifestaciones. El problema adquiere mayor dimensión al tomarse en cuenta que más del 70 por ciento de los nicaragüenses está dentro del umbral de pobreza.

En apenas diez años la tasa de muertes por diabetes prácticamente se ha duplicado con respecto a las tasas que existían en 1992, situación de gravedad cuando se la compara con otros padecimientos crónicos, que se han mantenido estables. Especialistas como la Dra. Lucy Villagra, endocrinóloga y Jefa del Servicio de Diabetes del Hospital Escuela Antonio Lenin Fonseca, y el Dr. Enrique Medina, presidente de la Asociación Nicaragüense de Endocrinología, consideran que el aumento lineal de la diabetes en Nicaragua es excesivo.

Aunque existen esfuerzos de organización la población afectada por la enfermedad supera el trabajo. La Fundación Nicaragüense Pro Ayuda a Enfermos Crónicos (FUNDEC) contabiliza 200 personas con diabetes organizadas, aunque atiende a muchos más, y 400 más están incorporados a la Asociación de Padres y Niños Jóvenes Diabéticos de Nicaragua.

Cifras preocupantes

En Costa Rica, la atención a personas con diabetes está mucho más extendida. El país cuenta con 1000 centros de atención de salud pertenecientes a la Seguridad Social (llamados EBAIS), 103 áreas de salud y 29 hospitales que desarrollan actividades de concienciación social regularmente.

Además de la oficial Asociación Costarricense Coadyuvante de Diabéticos e Hipertensos, que atiende a 400 miembros, existen otras 44 asociaciones locales que agrupan a diversos sectores de la población diabética.

Los datos estadísticos, aún así, resultan preocupantes: el 8% de la población general tiene diabetes (casi 400 mil personas), y un 17.8% de la población tiene la glicemia alterada, indicó el Dr. Edwin Jiménez, presidente de la Asociación.

Un 2,6% de los costarricenses entre 20 y 39 años padece de diabetes, cifra que asciende conforme sube la edad: un 11,4% entre 40 y 64 años, y un 24,1% entre los mayores de 65 años. Unos 300 niños, entre cero y cinco años padecen dicha condición (el 90% de ellos padecen diabetes tipo uno, necesitando tratamiento con insulina).

Las cifras por sexo indican que el 8,3% de los diabéticos son hombres, y un 7,7% son mujeres.

Costa Rica registra 120 mil diabéticos, según el Jefe de Medicina Interna del Hospital México, Dr. Carlos Arguedas. De acuerdo con el último recuento de la Caja Costarricense del Seguro Social, 526 personas murieron el año pasado por complicaciones de la diabetes mellitus.

El Dr. Erick Richmond, especialista en Endocrinología pediátrica del Hospital de Niños, señaló que es creciente la detección de diabetes mellitus tipo 2 en adolescentes.

Una de las mayores coberturas en la región es de la Asociación Panameña de Diabéticos (APADI), con sede en el Hospital Santo Tomás, en Ciudad de Panamá, que atiende a aproximadamente 3 mil personas en todo el país. Oficialmente existe la Comisión Nacional de Lucha de la Diabetes, que coordina los esfuerzos gubernamentales, y organiza actividades relacionadas con ese mal.

La OMS calculó el total panameño de diabéticos en unas 59 mil personas (en el año 2000) y estima que para el 2030 habrá unos 155.000, lo que la coloca como el país de América Central con menor incidencia del mal.

APADI estima que en la actualidad un 8% de la población adulta padece de diabetes. Del total de diabéticos, cifras similares al 50% corresponden a hombres y mujeres adultos, y un 2% corresponde a niños. La población mayormente afectada se concentra en personas mayores de 40 años.

Glucerna SR, nutrición diseñada para personas con diabetes

Carlos Roberto Torres

crobertoceron@gmail.com


Mantener una vida libre de las complicaciones de la diabetes es cada vez más real gracias a las ventajas que ofrece Glucerna SR, sistema nutricional especialmente diseñado por Abbott para apoyar el control glicémico y el control de peso, ayudar a mantener un perfil de lípidos saludable, y mejorar la salud intestinal.

Glucerna SR es nutrición especializada, con un sistema único de liberación lenta de energía (evitando picos de glicemia) y una mezcla de ingredientes que optimizan la salud nutricional de las personas con diabetes. Tiene un sistema de grasas alto en ácidos grasos monoinsaturados, –adecuados para la salud cardiovascular, y es libre de gluten y lactosa. Además cumple con todas las recomendaciones de asociaciones y organizaciones de salud importantes, para la alimentación de personas con diabetes.

El metabolismo del diabético enfrenta serias dificultades para asimilar y mantener niveles adecuados de glucosa (azúcar) en sangre, ya sea debido a un mal funcionamiento del páncreas en la secreción de insulina (hormona encargada de introducir la glucosa a las células) o a que las células no responden correctamente al estímulo de la insulina que el cuerpo produce. Eso los tornan vulnerables a los picos glicémicos y obligándoles a cuidar estrictamente el consumo de alimentos.

Los diabéticos deben vigilar el consumo de lípidos para evitar la dislipidemia, (descontrol en los niveles de las grasas o lípidos en sangre), estos pueden producir un incremento de triglicéridos y de LDL (llamado frecuentemente colesterol malo) y una disminución del HDL (colesterol bueno), lo que puede ocasionar aterosclerosis o formación de placas de grasa al interior de las arterias, lo cual impide la buena circulación de la sangre y puede ser causa de infartos en corazón y daño en ojos o cerebro.

El colesterol bueno o HDL es fundamental para evitar estos eventos, porque limpia las arterias del LDL, y lo conduce al hígado para transformarlo y eliminarlo mediante las heces.

“Glucerna SR ofrece una oportunidad nutricional única para gozar de una vida de calidad a pesar de tener diabetes. Gracias a su formulación, ayuda a mantener el control glicémico, controlar el peso, mejorar la salud intestinal y, además, ofrece una amplia variedad de presentaciones para disfrutar de la alimentación”, comentó Eduardo López, Gerente de Marca del producto.

El complemento es el estándar de oro en la nutrición de personas con tolerancia anormal a la glucosa, brindando beneficios terapéuticos únicos, que ayudan a mantener la diabetes libre de complicaciones.

López indicó que Glucerna SR no solo brinda los beneficios funcionales antes mencionados, sino que ofrece a la persona también beneficios emocionales, ya que le permite mantener la diabetes bajo control y a la vez disfrutar de deliciosas opciones de alimentación.


“Con Glucerna SR e
s el momento de comenzar a amar cada bocado, mantenerse motivado a alimentarse saludablemente y hasta convertirse en un experto en la cocina”, señaló.

Glucerna SR está disponible en farmacias y supermercados, en su presentación en polvo (sabores vainilla y limón), líquido (sabores vainilla, fresa y chocolate) y en barras (sabores chocolate/caramelo y caramelo/maní), recomendado por profesionales en salud y con el respaldo de Abbott.


OMS la considera uno de los mayores riesgos de salud pública

Diabetes, entre lo dulce y lo amargo

El control adecuado y una buena dieta contribuyen a elevar la calidad de vida de quienes la padecen.

Aunque, en su remoto origen, la diabetes recibió su nombre del olor y sabor dulce de la miel, para las personas que viven con esa condición la vida puede resultar una experiencia poco menos que amarga, cuando no se mantiene un régimen adecuado de vida o cuidados médicos y alimenticios suficientes. Los riesgos de esta enfermedad son muy altos; infarto, ceguera, amputaciones que están frecuentemente vinculadas a ella.

La diabetes es un desorden del metabolismo, el proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía; en este proceso el factor más importante es la insulina, hormona segregada por el páncreas.

Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo, la cual se distribuye a los tejidos a través del torrente sanguíneo. La insulina actúa como una “llave” que permite a la glucosa ingresar al interior de las células.

La diabetes puede suceder por dos causas principales: El páncreas no produce insulina de manera eficiente –esta es llamada diabetes Tipo 1 o dependiente de insulina, debido a que las personas que la padecen necesitan suministrarse insulina (normalmente de manera inyectada); este tipo de diabetes frecuentemente comienza durante la infancia, y es la razón por la cual a veces se le llama diabetes juvenil. Solo afecta a cerca del 10% del total de personas diabéticas. La segunda causa es que, a pesar de que el páncreas produzca insulina, las células no responden al estimulo de esta, y la glucosa no logra ingresar a las células para ser usada como energía; en este caso se le llama diabetes Tipo 2. Este tipo de diabetes aparece normalmente en edad adulta (a partir de los 40 años de edad, aunque en los últimos años los casos de jóvenes y adolescentes que la padecen se ha incrementado significativamente).

En ambos casos, ya sea en ausencia de la insulina o por falta de eficacia de la misma, los niveles de glucosa se elevan en la sangre y el cuerpo se ve privado de su principal fuente de energía. Además los altos niveles de glucosa en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.

No existe una cura para la diabetes. El objetivo que deben tener las personas que la padecen es controlarla: mantener los niveles de glucosa en la sangre lo más cercanos posibles los normales. Un buen control puede ayudar enormemente a la prevención de complicaciones de la diabetes relacionadas al corazón y el sistema circulatorio, los ojos, riñones y nervios.

Un buen control de los niveles de azúcar es posible mediante una dieta planificada, actividad física, toma correcta de medicamentos, revisiones frecuentes del nivel de azúcar en la sangre y seguimiento médico.

En medicina, el término diabetes incluye dos situaciones patológicas diferentes, la diabetes mellitus y la diabetes insípida (ver Recuadro), que no poseen relación patológica alguna, pues sus causas y procesos mórbidos son distintos, aunque comparten ciertas manifestaciones clínicas (la excreción copiosa de orina y la intensa sed que causan su idéntico nombre).

Generalmente, se usa «diabetes» para referirse a la diabetes mellitus, que es un trastorno mucho más frecuente y conocido que la diabetes insípida.

Los diabéticos deben vigilar el consumo de lípidos, porque pueden sufrir dislipidemia, un descontrol en los niveles de las grasas (lípidos) en sangre, los cuales producen un incremento de triglicéridos y de LDL (frecuentemente llamado colesterol malo) y una disminución del HDL (llamado colesterol bueno).

El aumento y acumulación de triglicéridos y LDL pueden ocasionar aterosclerosis o formación de placas de grasa al interior de las arterias, lo cual impide la buena circulación de la sangre y puede ser causa de infartos en corazón, ojos o cerebro.

El colesterol bueno o HDL es fundamental para evitar estos eventos, porque limpia las arterias del LDL y lo conduce al hígado para transformarlo y eliminarlo mediante las heces.

A pesar de todos los avances en el tratamiento de la diabetes, la educación de la persona sobre su propia enfermedad sigue siendo la herramienta fundamental para su control. La gente que la padece no puede simplemente tomarse su medicamento o insulina por la mañana, y olvidarse de su condición el resto del día. Cualquier diferencia en la dieta, el ejercicio, el nivel de estrés, u otros factores puede afectar el nivel de azúcar en la sangre. Por lo tanto, cuanto mejor conozcan los pacientes los efectos de estos factores, mejor será el control que puedan ganar sobre su condición.

“A pesar del aumento en el riesgo de salud que implica, si se tiene una buena actitud, la diabetes puede ser una gran oportunidad para mejorar la calidad de vida, convertirse en un estudiante de la cocina, amar cada bocado, mantenerse motivado a alimentarse saludablemente y llegar a ser un experto en su manejo”, comentó Eduardo López, Gerente de Marca de Glucerna SR, complemento nutricional de Abbott especialmente diseñado para personas con diabetes.

El diabético debe trabajar estrechamente con su médico y/o nutricionista para aprender qué calidad y cantidad de grasas, proteínas y carbohidratos necesita para su alimentación. Los planes específicos de comida deben buscar un balance entre los hábitos y preferencias establecidas, y la construcción de un nuevo estilo de vida.

El manejo del peso es importante para lograr el control de la diabetes. Algunas personas con diabetes Tipo 2 han podido incluso suspender o reducir las dosis de los medicamentos después de bajar de peso, aunque la diabetes siga estando presente. Pero esto es una decisión estrictamente del médico.

Aunque la dieta es uno de los aspectos más importantes en el cuidado cotidiano de las personas con diabetes, existen otros aspectos importantes que se tienen que observar diariamente relacionados al cuidado de los pies, los ojos, etc. Es por eso importante que los diabéticos busquen constantemente recursos para su educación en relación con la enfermedad.

RECUADRO I

Datos rápidos

· La diabetes causa aproximadamente el 5% de muertes, anualmente, en todo el mundo.

· El 80% de las personas con diabetes viven en países con ingresos bajos o medios.

· La mayor parte de las personas con diabetes en estos países son adultos entre los 45 y 64 años.

· Las muertes por diabetes podrían aumentar más de un 50% en los próximos diez años si no se toman acciones urgentes para su control.

Fuente: OMS

RECUADRO II

En breve

· El nombre diabetes proviene del latín diabētes, y éste del griego διαβήτης (diabétes) que significa “correr a través”. Hace referencia al "paso rápido" del agua, debido a la sed y orina frecuentes.

· La diabetes mellitus (o diabetes sacarina) se llama así debido a que la orina de las personas afectadas puede presentar glucosa y por tanto, tener olor y sabor dulce como la miel, de ahí su denominación latina: mellitus.

· La diabetes mellitus es un síndrome, por lo cual esta denominación incluye varios tipos de afecciones diferentes pero con una característica común: la hiperglucemia y sus consecuencias.

· Hay cuatro clases de diabetes mellitus: Tipo 1 (insulinodependiente o diabetes juvenil), Tipo 2 (no insulinodependiente, generalmente iniciada en la adultez), diabetes gestacional (un tipo desarrollado durante el embarazo) y otros tipos de diabetes secundaria (desarrollados en el contexto de otras enfermedades o trastornos que se asocian a la diabetes mellitus). La diabetes insípida (o diabetes de agua) es un trastorno relacionado con la hormona antidiurética, que ocasiona la excreción de grandes cantidades de orina muy diluida y consecuentemente aumento de la sensación de sed para reponer el exceso de agua perdido por orinar.

RECUADRO III

En la Historia

-En el siglo I el filósofo griego Arateus el Capadocio se refirió a la diabetes por primera vez con este nombre, aludiendo al ‘paso’ de orina de la poliuria (eliminación de grandes cantidades de orina) provocada por la diabetes.

-En los siglos posteriores no se encuentra en los escritos médicos referencias a esta enfermedad, hasta que en el siglo XI, el médico y filósofo uzbeko Avicena (980-1037) habla con clara precisión de esta enfermedad en su famoso Canon de la Medicina.

-Fue Thomas Willis, en 1679, quien hizo una descripción de la diabetes quedando desde entonces reconocida por su sintomatología como entidad clínica. Fue él quien, refiriéndose al sabor dulce de la orina, le dio el nombre de diabetes mellitus (diabetes con sabor a miel), a pesar de que ese hecho ya había sido registrado cerca de mil años antes en la India, hacia el año 500.

-En 1775 Dopson identificó la presencia de glucosa en la orina. Frank, en esa época también, clasificó la diabetes en dos tipos: diabetes mellitus (o diabetes vera), y diabetes insípida (porque esta última no presentaba la orina dulce).

-La primera observación hecha a través de una autopsia en un diabético fue realizada por Cawley y publicada en la revista London Medical Journal en 1788. Casi en la misma época el inglés John Rollo, atribuyó la dolencia a una causa gástrica, y consiguió mejorías notables con una dieta rica en proteínas y grasas y limitada en hidratos de carbono.

-Los primeros trabajos experimentales relacionados con el metabolismo de los glúcidos fueron realizados por Claude Bernard, quien descubrió, en 1848, el glucógeno hepático y provocó la aparición de glucosa en la orina excitando los centros bulbares. Ya en la mitad del siglo XIX, e francés Bouchardat señaló la importancia de la obesidad y la vida sedentaria en el origen de la diabetes y trazó las normas para el tratamiento dietético, basándola en la restricción de los glúcidos y en el bajo valor calórico de la dieta.



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